sábado, 11 de abril de 2009

Te acordás?

Hoy pensaba que muchas veces cada uno de nosotros recuerda un hecho en particular de diferentes maneras, que recordamos las cosas dependiendo de lo que sentimos en ese momento y que, como yo, muchos otros con el tiempo le damos a determinados hechos o situaciones una especie de lugar más especial, sólo porque el tiempo pasó y ese detalle insignificante se transforma en "el momento" de nuestras vidas.
No sé porque la mente empieza, junto con la ayuda de la fantasía, a generar esa especie de fascinación en la que creemos que un simple beso fue el mejor que dimos en nuestras vidas, que esa palabra sonó mejor que cualquier otra palabra antes escuchada o que una situación lejana estaba repleta de detalles imperceptibles que sólo ahora podemos descubrir cuando desmenuzamos una y otra vez lo mismo.
Pero lo que más me llama la atención es por qué todos registramos las situaciones de diferente modo. Será porque cada uno tiene una óptica o un interés diferente que lo pone ante los hechos de distinto modo. Puede ser, pero eso puede ser un generador de discusiones interminables, y ya no me refiero a pequeños hechos cotidianos, me refiero a grandes eventos mundiales o sociales.
En fin, no sé que resultado tiene esto de ver cada uno de nosotros las cosas de diferente manera, pero lo cierto es que los recuerdos tienen ese modo particular de permanecer en nuestras mentes, rodeados de detalles que van y vienen, de características que después de un tiempo olvidamos, cambiamos o mejoramos, quizá por una necesidad de ir transformando todo en "algo mejor" o una versión mejorada de las cosas para que ocupe un buen lugar en nuestras mentes de modo que podamos recurrir a ellos cada vez que nos hagan falta.

No hay comentarios: