miércoles, 23 de septiembre de 2009

A la fila!

Pocas cosas demuestran mi argentinidad como el momento en que alguien se me cuela en la fila de algún lugar. En el capítulo de hoy les voy a relatar la historia de mi visita al médico.
Me había sacado el turno para visitar a mi doctor y como tenía muchas cosas que hacer, me ofrecieron el primer turno de la mañana y lo acepté. A las 8:00 iba a estar frente a mi doctor explicándole mis dolencias. Pero se ve que no era la única que había pensado en ir temprano porque en la mesa de entrada de la clínica había mucha gente esperando para pagar el coseguro y poder atenderse. Sin garpar no te atienden.
Como yo conocía esta circunstancia, me desperté antes, me tomé el colectivo antes y llegué 25 minutos antes, de los cuales usé 20 en esperar.
Mientras esperaba y algún que otro anciano intentaba colarse sin éxito, veo llegar a un señor cincuentón con su hijo de veintipico de años. Me llama la atención que el señor no saca número para ser atendido, hecho fuera de lo común porque teniendo en cuenta que eramos 15 cristianos esperando, lo más lógico es que uno piense "uh, tengo que esperar"
Lo empecé a mirar fijamente mientras lo veo que lo codea al hijo y se empieza a acercar al mostrador y con su mejor cara de gil se interpone al próximo turno y le dice a la chica de la recepción "disculpame, yo nunca te pido nada pero no podrás hacerme el favor de darme el turno porque hace un montón que estoy esperando y se va a pasar el turno"
Cara rota!!! Llegaste hace menos de dos minutos, te hubieras levantado antes!!!
Claro que todo esto no se lo dije en la cara pero no podía dejar de mirarlo con un odio descomunal que me hacía acordar a aquel viaje fatídico con el flautista fracasado.
La chica lo atendió, no sé por qué. La gente lo miraba con el mismo rencor que yo y, lo peor, es que el tipo se fue chocho de la vida, con su joggin azul y su pelo teñido de negro mientras los demás mirábamos el númerito como si por mirarlo las cosas pudieran ir más rápido.
Luego, cuando salgo del médico me pide que saque turno para un estudio y me voy a la fila para sacar el turno, otra ventanilla lejos de la anterior. Y a qué no saben a quién veo acercarse?
Si! El "boludo de joggin" se acercaba hasta la fila pero no para hacerla sino para ir directo hasta la empleada y entonar la siguiente frase: "Disculpame, me haces el favor de armarme el certificado para mi hijo". A lo que la chica le contestó: "espere señor, tengo a toda esta gente para atender" y el tipo le dice: "no, si ya sé, jejejeje, es para ir ganando tiempo", para terminarla con una mirada complice a dos viejas que no fue retribuída, por supuesto.
Todo parecía hacerle entender al señor que tenía que hacer la fila, pero el fue el único que no lo entendió porque se quedó parapetado en la ventanilla sin dejar que la gente pueda pasar, por lo que la piba lo atendió en 30 segundos para sacárselo de encima.
Claro que esta no se la iba a llevar de arriba y un señor corpulento le dice "flaco, todos queremos ganar tiempo!" y "el boludo del joggin" se encogió de hombros y salió rajando.
Gente en general, basta con colarse en la fila, sacan lo peor de todos, estoy casi segura que este tipo de hechos son los principales causantes de tragedias y riñas, así que a bancarse la espera porque donde estén los iremos a buscar!

jueves, 17 de septiembre de 2009

Composición: el perro

Uno de mis perros se enfermó. Drama. No caminaba, no comía. Acostado en la esquina del comedor sólo movía los ojitos y pasaba las horas así.
Uno, humano, lo mira, lo acaricia, lo mima, lo lleva al veterinario, llora, se enoja, dice "hay tanto hijo de puta sano en el mundo y justo se tiene que enfermar mi perro".
Te sentás al lado a esperar que el perro se ponga bien. Te vas a dormir y pretendés que a la mañana te venga a despertar moviendo la cola y siendo feliz nuevamente. Pero no. A la mañana está en la misma posición en la que lo dejaste hace horas.
Ocuparse, preocuparse no parece suficiente para que ese animalito vuelva a ser el que te recibe cuando llegas a tu casa después de viajar en colectivo con adolescentes gritones, viejas que odian a la gente joven y gente en general con cara de culo.
Mi familia y yo somos de esos raros que incorporaron a sus mascotas a la familia, pero sin que ellos posean todas las actitudes y personalidades que uno le reprocha a su familia. Son perfectos y ya. Hacen mil macanas por día pero siguen siendo los mejores. No hacen nada pero sin embargo eso es más que suficiente para que sean los más especiales del universo y universos aledaños.
No sé que pasará con mi perro, ahí va, parece que se mejora y espero que así sea. Lo amo, los amo y no quiero pensar en no tenerlos. Así como muchas veces me pasa que no logro acordarme de cómo era mi vida antes de tenerlos, tampoco puedo pensar en que no estén. Sé que no son inmortales (grave error de quien los haya creado, permítanme decirlo) pero los quiero seguir teniendo conmigo mucho más.
Transformaron mi familia, la llenaron de felicidad y con su llegada lograron algo de lo que muy a menudo trato de escapar, lograron que yo no me escape de una reponsabilidad.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Ilógico

Estuve anotando las últimas palabras clave que me aparecieron para dejar comentarios en algunos amiblogs y me aparecieron términos tales como "abstun", "burtsyc", "stration", "blerflue", "kamessi" y "talsin".
Hasta que no me aparezca una palabra con sentido no paro!

Si me dejas me mato!

El sábado pasado fui a ver la obra Corazón idiota, un musical que mezcla danza, canciones románticas y la historia de dos coristas femeninas que tienen que lidiar con sus conflictos amorosos en pleno ensayo con su banda.
Después de ver la obra y de ponerme a pensar en todos los tipos de ruptura o abandono posible me encontré con que en esos momentos hay gente a la que se le suelta la cadena, otros que conservan la cordura, otros que se la ven venir y se hacen los disimulados y otros que simplemente pasan por ese feo momento pero siguen con sus vidas.
Es imposible armar estereotipos al momento de tratar de explicar cómo reacciona la gente cuando rompe una relación, pero seamos sinceros, hay muchos que cortan polea y la ira les empieza a correr por las venas. Estos son a los que yo llamo los "si me dejas me mato", esa gente que no soporta ser la abandonada entonces tira el manotazo de ahogado de culpa para ver si prende.
Pero ojo que con los años yo descubrí un subgrupo que son los "si la dejo se mata" y no sólo son una clasificación sino que también se identifican frente a una, quien siendo la dejada tiene que escuchar la frase "no hagas ninguna locura". Si, eso dicen, a lo que una piensa "hijo de puta me estás dejando y encima pretendes que me mate". Pero es bueno porque después decís "no te voy a dar el gusto" y al tiempito, cuando terminaste de llorar lo suficiente y aparece un purrete que te gusta más, tenés una linda anécdota para contarle a tus amigas.
Así que amigos, amigas, las rupturas están plagadas de corazones rotos y corazones rompedores que creen que ese es el fin del mundo, que nada va a ser igual y que ese era el mejor corazón que podríamos haber conocido pero el tiempo y la distancia hacen que todos salgamos adelante, conozcamos corazones nuevos o armemos un musical cantándole al amor, al despecho y a las ganas de volver a enamorarnos.

Y el de negro para qué equipo juega?

No me interesa el fútbol, siempre lo supe. No entiendo por qué juegan por puntos y no sólo por goles. No sé qué es un off side y no quiero saberlo tampoco. En fin, una clásica desconocedora de los pormenores futboleros.
Pero ahora que hay tanto partido gratis y tanta selección es inevitable que esté sentada haciendo otra cosa y ponga el partido de fondo. Entonces cuando dejo de hacer lo que estoy haciendo y me cuelgo a mirar la pantalla como no entiendo lo que está pasando en la cancha pienso en otras cosas, como por ejemplo, qué estarán pensando los jugadores, por qué el director técnico es director técnico con los nervios y la angustia que eso acarrea pero lo que siempre me pregunto es cómo hacen para correr tanto.
Por otro lado, así como les conté que no entiendo ni me importa el fútbol cada vez que veo un partido, como el de la selección último, no puedo evitar ponerme nerviosa, putear, no cambiarme de lugar por cábala o sentir que es una lucha personal ese partido.
Es así que me encontré gritando cosas tales como "dale pelotudo, levantate que no te hizo nada", "penal, la puta que te parió", "gooool ah no no", "no ves el arco, pecho frío".
Si si, no me pregunten por qué o cómo llegué a ese nirvana futbolero pero esa era yo enojada, gritando sacada como si fuera la reina del gran DT. Y ojo porque también participo en el gran DT pero con mi toque personal, el equipo lo arme con "jugadores lindos"!
En fin, perdón futboleros fanáticos por esta falta de respeto a su pasión pero cada uno vive la pasión como puede.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Eh, a ver si nos entendemos...

...no es que quiero que las cosas no pasen, lo único que pido es que no pasen delante de mis ojos. Podrá esto ser posible?

Puteadas retroactivas

No todo en este blog es chusmear en conversaciones ajenas, contarles alguna de mis desgracias cotidiana o hacer causa común en contra de alguien. No señores, este blog también educa! Y es por eso que hoy tengo el agrado de hacerles llegar un nuevo concepto que revolucinará el mundo de los insultos. Con ustedes "la puteada retroactiva".
Para que no queden dudas con respecto a este innovador concepto les paso a explicar con un ejemplo.
Situación: Charla con amigas, de la nada se ponen a hablar del pasado de una en cuanto a su estilo de hombre, y una dice "igual, vos no fuiste tan bichera! XX no era feo tipo y XYZ tampoco, era un lindo muchacho, lastima todo lo que pasó, pero bueno"
A lo que la amiga responde "uhh si, que época de mierda, todo para atrás en ese momento" De repente un silencio y sale un "que forro!"
Así nomás, sin anestesia, sin previo aviso, ese insulto salió para ser oído y que liberara un espacio que el resentimiento no dejaba fluir.
Esto es a lo que yo llamo una "puteada retroactiva". Ojo eh, que no tiene que tener ningún justificativo, hasta puede ser infundada pero si sale es que necesitaba ser dicha.
Vamos amigo lector, busque en su resentimiento, libere esa puteada añeja y empiece a vaciar la mochila de los malos recuerdos.