lunes, 18 de octubre de 2010

Sacá la perra que hay en vos!

Ese fue el consejo de mi amiga C luego de una charla sobre egos caídos, lomos mal aprovechados y actitud frente a la vida.
Algo así como una gurú de la capacidad de modificar la forma en que nos ven los demás me dijo "vos hacete la linda, que te vean y listo". Además de este consejo me tiró "no te compares con las demás porque vas a salir perdiendo" a lo que pensé que me quería cagar la vida o decirme que no me iban a tocar ni con un chorro de soda, pero no, era un aviso para que no gaste mi energía en ello porque siempre hay minas más lindas que el común de las mujeres.
Así que después de una sesión de ego hiper intenso, el lunes cuando me fui a trabajar me puse unos lindos zapatitos, un jean de calce interesante y una remera agradable, además de soltarme el pelo y nada de encorbarme, sacando pecho carajo.
Hice todo, caminé por esas cuadras con el sol de mi parte y sintiéndome la más linda y la más mejor.
Claro que funcionó, pero no con los objetivos masculinos esperados, ya que dos viejos me miraron intensamente los pechos, un colectivero me tocó esas bocinas que hacen a los sordos volver a oír, y para rematarla, me cruzo con un pibe que cuando lo pasé por al lado y me di vuelta para verlo me estaba mirando el culo, para finalmente descubrir que era un amigo de mi ex.
Conclusión, afinemos el temita de la come hombres por la calle porque esta primera experiencia fue aterradora.