Hace pocos días tuve mi primer contacto cara a cara con un turísta perdido. Lo ví ahí paradito en una esquina de la ciudad, con su bolsa llena de ropa para ir al laverrap, y me dije a mi misma "vamos, dale una mano, pobre chabón". Asíque con mi mejor cara y con una sonrisa le dije si lo podía ayudar a lo que recibí un gesto de temor del muchacho a lo que pensé que estaba despeinada pero que tampoco era para tanto!
Luego comprendí que lo que le ocurría era que no manejabamos el mismo idioma, a lo que le tiré un "can I help you?", y volvió la carita fea del señor en cuestión que evidentemente cada vez entendía menos. Dije dos ok como ví que era de los que cuando se pierden se aterran, le señalé la bolsa y el me mostró un mapita y marcaba la calle a la que quería ir...Pero hubieramos empezado por ahí!
Le marqué como ir, él no me entendió (sólo sé decir 3 cuadras en español y en inglés, no en hebreo!) por lo que yo me fuí sabiendo que el pibe no iba a llegar a su destino.
Después de unos días de este hecho me subo al teleférico del Cerro Otto y a los pocos minutos se sube otro chico con el que empiezo a hablar en inglés, charlamos y me cuenta que es de Israel! Me dije "tengo que subsanar mi error del otro día" asíque a Yair (israelí N.2) le expliqué a qué lugares ir, qué bares visitar, en un inglés sin fallas y más fluido de lo que yo esperaba.
Asíque bienvenido Yair, nuevo amigo intercontinental y perdón israelí N.1, espero que hayas vuelto a tu hogar sano y salvo.
2 comentarios:
Jajaja, bien ahi! Igual, lo que cuenta es la intensión..
si si...es más de lo que la ciudad misma hace por los extranjeros!
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