miércoles, 8 de abril de 2009

Pato marrueco

En una de mis tantas recorridas en búsqueda de empleo me presenté en un bar que buscaba camarera. El aviso decía que había que presentarse a las 20 hs., momento en el que abre el lugar, por lo que a esa hora me fuí hasta dicho local.
Para empezar apenas agarré la calle a la que iba vino una ráfaga de viento huracanado que no sé de dónde salió, el hecho es que trataba de caminar y me costaba, la gente me miraba, yo me sentía en La Niñera cuando se va al caribe en época de huracanes, por lo que no hace falta que les diga que hice un espectáculo triste como pocos, porque parecía que al resto no le molestaba el viento!
Luego de la arremolinada, Dios me iluminó para que antes de entrar al lugar al que iba me mire en una vidriera...grave error! En mi vida ví un flequillo en tan mal estado como ese, sin mencionar que el pelo era una especie de estropajo con frizz asíque estuve 10 minutos tratando de arreglar lo inarreglable.
Una vez que entendí que el pelo no iba a mejorar me dije a mi misma que por lo menos me podía sacar los lentes para dar menos nerd, asíque guardé los lentes antes de entrar, con tanta mala suerte que olvidé el detalle de que hacía por lo menos 10 horas que no me los sacaba, por lo que todo fue una especie de cuadro impresionista durante los siguientes 20 minutos, tiempo suficiente para entrar, tragarme una mesa del bar, no ver a la moza que me hablaba y salir luego de dejar el curriculum en mi próximo no trabajo. Algo me dice que no me van a llamar...

1 comentario:

Mar dijo...

me haces reir! jajjaa, esa es mi chiquita!