lunes, 6 de octubre de 2008

I want to ride my bike

sábado a la tarde. Ruqui llega a Parque Saavedra, baja la bici del auto, se pone el casco y ahí nomás arranca el desbarranque. Para empezar me fuí en jogging largo, error uno, porque apenas empecé a pedalear se me enganchaba el pantalón, asíque tuve que parar, sacar unos broches del auto y atarme los "lompas".
Solucionado ese tema, arranco a pedalear, sabiendo que el casco y los lentes no me quedaban exactamente, lo que se dice, pintados. Sigo andando, por momentos empezando a transpirar, pero como había viento e iba a una velocidad considerable, zafaba.
Primeros dos kilómetros fueron como piña, pero la cosa se puso brava cuando se vino la primera subida del demonio. No recuerdo haberla pasado tan mal haciendo ejercicios, aunque en realidad me di cuenta de esta triste situación porque mi cara de dolor llamaba la atención de los que esperaban el 28.
Cansada de ver como las mismas remeritas y los mismos cascos me pasaban una y otra vez, me digné a dar las dos vueltas que me había propuesto y paré. Pero, como no podía ser de otro mado, duerante la última vuelta fue la más denigrante. Me pasaron como alambre caído dos viejos de setenta y pico que tenían tetas, tres ciclistas experimentados casi me hacen caer, un camionero me me grito "fuerza piba!", hasta que al final para no ir sola me uní a dos gorditos que iban pedaleando despacito y hablaban de racing (sin sospechar que ese mismo día la Académia iba a meter 4 golazos).
Termino mis vueltas, me bajo de la bici, la guardo y decido ir a buscar un agua al kiosco de enfrente. En cuanto trato de bajar el cordón de la vereda me doy cuenta que una mezcla de dolor y ardor me invade las extremidades inferiores a la velocidad de la luz y empiezo a renguear cual jorobado de Notre Dame. Pensé en volver sobre mis pasos pero estaba en el medio de la calle, asíque me puse en pose, sentí que todos me miraban, y caminé dignamente hasta el kiosco y de regreso a la camioneta, para no moverme más.
En conclusión, no sólo me gustó andar en bici, a pesar de todo, sino que voy a seguir hasta que logre pasar a esos dos viejos que se rieron de mi y, especialmente, para llegar con un trasero digno al verano!

3 comentarios:

Manahi dijo...

bienvenida ruqui al mundo de los que hacen algo para darle pelea a la ley de la gravedad!!!

Mar dijo...

yo me adherí a esa lucha hace meses pro siento que alguien se complotó para que mi cometido no se logre!! jejee
me alegra q quieras seguir, porq ninguna persona en su sano juicio seguiria al leer esta cronica, pro bueno, todos sabemos q la materia "sano juicio" nunca la cursaste siquiera!

marita dijo...

soy la voz de la experiencia, el culo termina siendo zócalo, he dicho!!!!!!!!!!!!!
No importa lo que hagan, cómo, cuándo ni por qué!!!!
No se preocupen tanto!