martes, 1 de julio de 2008

Si faltaba algo, era esto...

Estoy en el trabajo, entra un tipo, me mira, lo miro, le pregunto cómo anda, y me contesta (escuchate esto):
Cliente: Cómo andás morocha? Qué te hiciste en el pelo? Ah, no, ya sé, te peinaste!
Silencio que chorraba odio descomunal. Realizo la transacción comercial a cara de perro. Se va. Me miro al espejo. Y si, evidentemente, cuando te peinás la historia cambia.
Nota para los lectores: Ahora yo digo, manga de pelotudos, ven que soy un caniche electrocutado todos los días de mi vida y todos la van de calladitos. No estoy despeinada por estilo, es un tema glandular, y si a eso le sumamos mi problema de la vista deberían saber que me tienen que avisar este tipo de cosas.
Atentamente, la Jefa Suprema de redacción, edición, diseño y diagramación.

2 comentarios:

marita dijo...

1) Te regalo el alizado!!!!!
2) Hubieras dicho con soltura chup......, hdp, la conc... de mierd....., qué caraj.... decís, te fijaste en el espejo bolud... a cuerda!!!!
3) Tomate un té de tilo todas las noches y chau pichi!

Manahi dijo...

me acorde de la cara de mi papá el sabado cuando te dijo: que te hiciste en el pelo?
igual yo estoy perdonada!!! para mi siempre estás bien peinada!