Y pasó el día del amigo, con sus detactores y defensores, con sus regalitos, sus mensajitos, sus llamados telefónicos y todo lo que hace al folklore de esta jornada.
En base a lo acontecido en este día y teniendo en cuenta no sólo mi experiencia, sino también la de los demás ampliamente retratada por los noticieros, es que llego a las siguientes reflexiones.
Por un lado, que bueno que no me hace falta volverme loca en este día para organizar, llamar, armar y desarmar planes, ya que mis amigos están continuamente al lado mío, los veo siempre, cuando tenemos un ratito nos llamamos, nos vemos y así funciona perfecto.
Por otro lado, sólo nos compramos regalitos si queremos y el que regala se da la libertad de comprar lo que quiera porque en realidad creo que no nos importa el regalo en sí, es una excusa, como una especie de cospel que uno quiere pagar voluntariamente para habilitar el encuentro.
No creo que haya amigos como los míos, por lo menos para mi, porque cada uno a su manera me complementa, unos con baños de realidad, otros con compañerismo en esta niñez prolongada, otros con adicción a la comida, otros con otras adicciones absolutamente reprobables(je!), otros con brindis Ferneteros, otros con aliento, otros con simple compañía y muchos con todo eso junto, asíque amigos míos, por estar ahí, felíz hora, día, mes, año, lustro, década, milenio del amigo!
1 comentario:
ay! tan linda!!! buena la actitud!!!
che cnd termino de leer tu blog veo rayas por todos lados, supongo q es por el contraste d colores!!! es como droga!! (no se bien, porq nunca probe, peo supongo)
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