lunes, 12 de octubre de 2009

Como dice Homero Simpson...

...en el avión necesito dos asientos para las gemelas.
Así podría comenzar este relato que intenta llevar un poco más de claridad a la oscura relación que estamos entablando el ciclismo y yo.
Puedo soportar la bicicleta ridícula que me tocó en suerte, puedo aguantar la cara de boluda que tengo con el casco y los anteojos, puedo tolerar que me pasen como alambre caído y hasta puedo manejar con honor el temita de los insectos que se me pegan en la cara.
Pero lo que no es negociable es el item "calzas", esos pantaloncitos ajustadísimos que nada tienen que ver con mi estilo de vida y, mucho menos, con mi modo de alimentarme.
No hay manera de no ser "la tipa del culo gigante" con esa prenda de vestir del demonio, ni siquiera en negro te hacen zafar! El mundo debería dividirse entre los que pueden usar clazas y los que no.
Asíque eso no se negocia. Si quieren por mi salud doy 70 vueltas al Parque Saavedra sin tomar ni una gota de agua, pero las calzas se quedarán debajo del short que me pongo, y no se habla más. Moda? Excentricidad? No no, amor propio!

2 comentarios:

marita dijo...

escuchame amor propio! ahora se usan unas polleritas arriba de las calzas! probaste con un yogur? ja
no de verdad, mi hipótise personal es: a nadie en el mundo le quedan bien las calzas, ni a los hombres de culo diminuto, he dicho!

Mar dijo...

Yo digo que no es digno que uses calzas, pero eso que pusiste del culo gigante, permitime decirte que es una ofenza para las que tenemos culo grande realmente. Puede ser poco digno, ponele, pero grande no, eso no lo permito! He dicho!