jueves, 1 de octubre de 2009

Los grandes misterios de Ruqui I

El otro día estaba en mi trabajo charlando con unas compañeras y una contó que se le rompieron los lentes y que no veía un pomo, entonces le dije que a mi me molestaba usar los lentes, los cuales no me saco porque sino no veo nada. A lo que una me dice por qué no me ponía lentes de contacto, y no me quedó otra que contarle la historia de mi prueba de lentes de contacto y su fatídico final, que ahora les voy a contar a ustedes..
Corría el año pasado y luego de separarme me dije "Ruqui, mejora tu imagen, cortate el pelo y decile adiós a los anteojos"
Así que puse manos a la obra y luego de pasar por la peluquería y por el oftalmólogo sin ningún altercado, llegó el momento de entrar a la óptica para hacer la prueba de los lentes de contacto y comenzar a vivir una viva liberada del anteojo-nerd que me acompañó desde purreta.
Me recibe la Sra. óptica que no paraba de hablar y de relatarme los beneficios de los lentes de contacto. Me siento en un sillón en la parte de atrás del local y la Sra O me da un lente de contacto de prueba para que lo toque y note que no era para nada rígido, idea que yo traía en la mente.
A los pocos minutos me dice que me va a probar los lentes para ver cómo reaccionaban mis ojos. Me hace tirar la cabeza para atrás y me pone el lente. Me pide que parpadee y me pregunta si hay algo qué me molesta. A lo que le respondo que no, para luego sin ninguna explicación le diga estás textuales palabras "no me molesta pero me siento mal"....
Acto seguido, a los 2 segundos me tiro para atrás y me desmayo. Si, ahí quedé, no me pregunten cómo, por qué o qué, pero me quedé ahí dura como una tabla, con los ojos abiertos en blanco, la boca abierta, la lengua enroscada y blanca como un papel, según me relataba la Sra. O.
Lo próximo que recuerdo es haberme despertado con la cara de la óptica mirándome de muuuy cerca y pegándome cachetazos al grito de "sos epiléptica? sos epiléptica?"
A lo que yo recuerdo balbucear "no no no, qué pasó". No sé que sentía más allá del dolor en la cara y un cansancio insoportable. Me pidió el teléfono de mi papá para que me fuera a buscar. No sé que número le dí, pero parece que el correcto porque al rato mi padre me llevó a casa, de ahí a la guardia y de ahí a dormir unas 4 horas de siesta.
De más está decir que sigo usando los anteojos de nerd de siempre y que cada vez que paso por la óptica la mina me mira como diciendo "ni se te ocurra entrar".

3 comentarios:

marita dijo...

a mí me hiciste asustar mucho tontita! ni hablar el día que te desnucaste pero no y yo salí a la calle gritando: se murió Ruqui, se murió Ruqui..... pero por suerte no fue así! Igual una vecina fue a la iglesia a rezar por tu alma.... jajajajajajaj
Les aviso que Ruqui te hace pegar los sustos de tu vida, decile a tu psicóloga que solucione tus problemas porque siempre querés llamar la atención.... jajajaj

Mar dijo...

si, y a mi una vez se me desmayó MAL, se puso rígida y todo la hija de puta, el cagaso que me pegue!!
Igual quiero contar que ya fue contada esta historia en otro post, lic, no se repita, que historias sobran, sino recorda tu corto X,grabando! q épocas! ajjaja

Jota dijo...

Renové el blog, así que si querés que te aparezca cuando actualizo, tenés que volver a linkearme como http://manualdeperdedores.com, sin el "www"
Gracias!

(cuándo te vas a dignar a sacar la verificación de palabra!!!!!!!!!)