Toda mi vida se ha regido por años, como por ejemplo en la infancia por los años de escuela, en la adolescencia los años que duraba la secundaria y en la facultad por los años que duraba la carrera.
Después se empezaron a incorporar otros objetivos, temas o tópicos que marcaban el paso del tiempo, las relaciones amorosas, la duración en los empleos, el tiempo que faltaba para las próximas vacaciones.
Pero como nada en mi mundo es tan sencillo hace dos años que para fines de septiembre me pintaba un bajón, depresión o cómo se llame insoportable e inevitable. Sin razón alguna los dos últimos años me despertaba un día con una angustia detestable y ahí me quedaba por dos o tres semanas deprimida tratando de explicarle a la psicóloga lo inexplicable y buscando excusas que justificaran esa sensación tan fea.
Para alegría mía este año me pasé de largo la "temporada de lágrimas" que le cagó un poco los últimos 2 cumpleaños de mi amiga A y aquí me ven, contenta, fresca como una lechuga y sin ganas de pegarme la bajoneada que me hacía medir los años anteriores. No te voy a decir que soy un canto a la salubridad mental pero va queriendo.
Así que bienvenidos fines de septiembre y principios de octubre felices, o por lo menos zafables.
5 comentarios:
qué grande Ruqui! me pone feliz escuchar eso!!!!!!!!!
Muy bien! Es cierto...antes de que menciones lo de mi cumpleaños ya había irremediablemente recordado que tu "temporada de lagrimas" coincidía con el susodicho!
Felicidades! Y, a por más (alegría)!
Que lindo! Felicitaciones por lo que lograste...dejar de sufrir, que no es poco!!!! Besos
Ay si, soy genial, igual no levantemos la perdíz! jajajajjaja
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