martes, 31 de marzo de 2009

Más allá del horizonte...un poroto

Sigo viniendo al mismo bar de siempre, por razones que ahora no vienen al caso, y es increíble la facilidad que tengo para armar novelas con el resto de los comensales. Empiezo a pensar que ese que entró y se sentó solo en una mesa seguro que se pelió con la novia porque mira el celular 20 veces, o las dos chicas de la mesa de enfrente se podrían enganchar con los dos tipos de allá, o quién sabe cuantas cosas más que se me cruzan por la cabeza.
Es más, invento diálogos, que obviamente no existen, como si esos dos chicos de los que le hablaba comentan que en realidad esas chicas les gustan pero no saben cómo encararlas o que al chico que está solo cuando le suena el celular y habla con su chica, pero todo inventadísimo, porque los pibes seguramente estén hablando de fútbol y al pibe lo llaman de la oficina para preguntarle dónde puso la carpeta verde que no la encuentran por ningún lado. Ponele.
Hago esto de armar mini especies de novelas en todos lados, en el colectivo, en la facultad, en la calle, en una heladería, siempre, y si estoy escuchando música peor, te armo unos cortos musicalizados que te moris.
Directora en potencia de mini novelas, el formato que se viene para el 2050!

1 comentario:

Mar dijo...

JAJAJA yo hago lo mismo, un dia me invente una de una chica que iba a un bar para engancharse al que trabajaba ahi y resulta que después me di cuenta que eso ya habia pasado en otra novela, o sea me plagio! guiño, guiño!