Estando aquí en Bariloche, me llama la atención la belleza que rodea esta ciudad, no puede ser normal que las ventanas de las casas, las vidrieras de los negocios, la puerta del banco, todo, dé a las montañas, el lago, algún que otro cerro o a los cielos más azules liberados de contaminación visual.Me dí cuenta de esto por situaciones particulares que viví estos días, a saber: iba caminando por una avenida, una especie de costanera, y veo que hay una clínica cuyas ventanas dan al lago y decía para mis adentros "que loco, porque en Ciudadela las ventanas de la clínica dan a la antena inmensa de los Bomberos Voluntarios, o con suerte a los edifícios de la vereda de en frente.En otra oportunidad iba en el colectivo y unos chicos que eran de Bariloche se sentaron delante de mí y empezaron a comentar que cuando se encontraban con otro amigo se iban a la playa a pasar la tarde, todo esto un jueves común y corriente de época escolar, laboral. Esto es incomparable a nuestras tardes en la época escolar. Así como también son incomparables esos mismos viajes en colectivo, porque sea que sea para donde mires hay montaña, laguito, cosas dignas de ser miradas.En fin, voy de a poco entendiendo como funciona esta ciudad, además de ya saberme todas las calles porque no paro de caminar, y voy entendiendo como se puede vivir lejos de Buenos Aires.
Abrazos con mucho viento y fresquito, Ruqui.
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