Uf, hoy fué un día de esos melancólicos, especialmente cuando fué llegando la noche.
En realidad esta semana fué de melancolía. De repente, me empecé a acordar de otras épocas, de cuando la gente que uno quería parecía quedarse para siempre, de cuando no teníamos más que preocuparnos por que color de galletita ibamos a agarrar del frasco.
Esto de extrañar es un tema para mi, suelo extrañar mucho esas cosas que sé que no voy a recuperar.
Y es notable la melancolía auto provocada que uno genera una y otra vez, especialmente cuando pierde algo, como que las anteriores perdidas se reorganizan para darle la bienvenida a la nueva.
Pero analizando profundamente qué es lo que suelo extrañar, de todas y cada una de las cosas que ya no tengo, es que solían divertirme. Si, así de sencillo, extraño sentirme bien cuando el lugar en el que estaba, literal y espiritualmente, era el mejor en el que podía estar.
Y lo que aumenta ese extrañar es que veo en otros esa sensación que tuve en pasados ratos de mi vida.
Si, eso extraño, estar donde, como, cuando y con quien quería estar, quizás porque a veces uno quiere volver a esos lugares o porque cuando surge la melancolía uno confirma que la falta está ahí, y ahí se va a quedar...por lo mennos por un tiempo.
Pero definitivamente la diversión es lo que más extraño, en todas sus formas, con todas sus caras y quiero que vuelva, porque esto de sentirme bien pero poco entretenida, comienza a pesar.
3 comentarios:
Ya lo dijo Woody Allen "Ser feliz es tener la capacidad de estar siempre entretenido"
pregunto: no será todo producto del inconformismo constante?
mmmmm, estoy inconforme de creer que tengo que estar inconforme, creo que es eso lo que me pasa...o no, no sé.
Ahora al inconformismo se le suma la inseguridad, nnnnoooooo!
mala, anita, mala
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