Se hizo una especie de festejo en el lugar donde trabajo, por lo que todos los que trabajamos nos juntamos a comer algo juntos, charlar, repasar el año y demás. Como soy nueva no tenía tanto para compartir más allá de algún alma piadosa que se me acercó para comentarme algo.
Apenas me senté en la mesa se me acercaron los hijos de una de mis compañeras los cuales eran simpáticos a la vista pero pensé que como con los nenes no tengo mucha onda a los pocos minutos me iban a odiar o mirar raro.
Pues permítanme decirles que no, los niños me empezaron a mirar, a lo que lo único que se me ocurrió fue decirles "qué carajo me miran?" pero no, les dije un amigable "calor no? ahora les dan Coca Cola".
Los nenitos mostraron una sonrisa de ilusión ante la necesidad de tomar algo y yo creo que por un momento también, pero como ahora yo formaba parte del mundo de los adultos me tocaba entrarle al café.
Luego sirvieron medialunas y demás cosas ricas y, cuando creí que los niños no me iban a hablar nunca más en sus vidas, siento que uno me toca el hombro y me dice "me pasas una con dulce de leche?" y el otro se copó y manda "mmmmm, a mi también, me das una?".
Desde ese momento y por los restantes 30 minutos me lo pasé pasándoles faturas a los pibes estos que eran adorables pero no paraban de comer como lima nueva.
Así me dí cuenta que no me adapto a las charlas adultas y con los niños no pego más onda que para hacerles de camarera. Soy lo que se dice una verdadera inadaptada social!
1 comentario:
Bueno, algo es algo, por lo menos les dabas facturas!
Feliz navidad para todos! JO JO JO (leanlo como si fueran Papá Noel)
Publicar un comentario