Ya me parecía que mi relación con la juguera de mi madre era demasiado perfecta para ser verdad. Y como cuando una se pone de novia, se pasa el enamoramiento y le empezás a ver los defectos a tu querido, eso me pasó hoy con la juguera que le metés la fruta sin pelar y te sale un jugo delicioso.
Estaba en lo de mis padres, hacía una calor de la san puta (perdón por la palabrota pero es la pura verdad) y, como tenía que almorzar, decidí que un sanguchito y un jugo serían la mejor opción.
Agarré dos manzanas y dos mandarinas, corté todo en pedacitos y me acerqué a la juguera.
Meto la primera parte de la fruta en el tubito, con la juguera apagada, la tapo con el cosito que la apreta para que pase por las cuchillas y veo como empieza a salir ese néctar.
Luego, cuando se vino el momento de la segunda tanda de frutas me dije a mi misma "ma si, empiezo a tirar la fruta sin apagar"....para qué!?
No tuve en cuenta que los gajos de mandarina tenían alrededor de 10 semillas cada uno, los cuales apenas hicieron contacto con las cuchillas y la fuerza centrífuga empezaron a volar por el aire y tuve que esquivarlos cual Neo en Matrix.
No sabía que hacer para pararla (si...ustedes dirán que tocar el botón de apagado hubiera sido un acierto pero no se me ocurrió) y mientras un par de semillas aterrizaban en mi pelo y otras chocaban contra la alacena yo me puse a pensar que mi relación con la juguera había cambiado y yo era la última en enterarme.
2 comentarios:
Me mato la parte de la escena de neo en matrix, me la imagine, sos grosa ruqui!!
no sabía que se había puesto en mala la juguera! muy gracioso!
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