lunes, 3 de agosto de 2009

Bueno, por hoy dejamos acá

Cada vez que veo en televisión alguna escena de alguien que va a terapia no puedo dejar de pensarme a mí mismo en esa situación.
Hace dos años que dedico horas de mi vida a contarle a alguien que no conozco para nada todos mis problemas, dramas, sueños, recuerdos y temores, pero cuando comparo mis sesiones con las de la tele noto que las mías no son tan interesantes. No es que no lo sean para mí, sino que en el caso de que un guionista se interesara por ellas no tendría nada que contar.
Una de dos, o los guionistas idealizaron las terapias o mi terapia es una tortura cubierta de lágrimas y pañuelitos descartables. Seamos sinceros, es imposible que alguien esté contando algo dramático y genere carcajadas o el clásico enojo en terapia que haría reir hasta a Freud es un vil patraña publicitaria para que la terapia parezca cool.
Nadie puede ser chistoso y ocurrente en la terapia y sin embargo estoy harta de ver actores y actrices mostrar una especie de stand up divanesco que está, déjenme que les diga, muy alejado de la realidad.
Hoy vuelvo a terapia, la de verdad, con angustias y todo, a ver quién se gana el Martín Fierro de los analizados!

2 comentarios:

marita dijo...

Yo me río mucho en mi terapia, hasta hago reír a la psicóloga (no sé si es bueno o malo! ja) y obvio que no podemos comparar tu sesión con la de una telenovela o culebrón............ le contaste eso a tu psicópata??????????
igual te queremos Ruqui!

Taller Literario "El Plumero" dijo...

Romi desde el otro lado te digo que las vidas de otros tienen detalles novelescos, pero lo que te pueden contar en uno o dos años, en la tele acontece en dos capitulos. Es como si hubiera una aceleracion de la vida televisiva, incluso los terapeutas tienen intervenciones que deslumbran por su rapidez!!! Un dia de estos me meto en la tele y me hago psicologa televisiva, por lo menos voy ver los efectos de mis intervenciones mas rapidamente y sin tanto trabajo!!!