Ayer a la noche no sé por qué soñé que estaba en el living de mi casa y de golpe aparecía Moria Casán y yo le decía "che, te quedaron geniales las extensiones, no se nota que las tenés", a lo que Moria contestó "viste? son brutales", y para entrar más en confianza le pregunté "y cómo te las ponen? se nota la costura?" y ella me dijo "no, toca las raíces".
Le toqué las raíces, no le dije pero me dio impresión y luego ella se dio vuelta y se miraba en el espejo del reloj de mi living, revoleaba la cabeza y hacía caras.
Ese fue mi sueño, a lo que me desperté enojada con mi inconsciente que pierde tiempo en soñar pavadas como esa y encima me permite que me las acuerde, como que le pasa el bardo al consciente.
Señoras, señores no desperdicien sus sueños con Moria Casán.
martes, 30 de junio de 2009
viernes, 26 de junio de 2009
Nos dan una manito?
Se necesitan dadores de sangre para el paciente Juan Carlos Vinci
Departamento de Hemoterapia Hospital de Clínicas “José de San Martín”
Av. Córdoba 2351, 3º piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C1120AAR)
5950-8765 (Admisión Donantes)
5950-8769 (Secretaría)
Cómo donar sangre:
Para donar sangre concurra a Hemoterapia (3º piso) de lunes a viernes 7.30 a 12.30 horas y los sábados de 8 a 12 horas.
Requisitos:
Edad: entre 18 y 65 años. Llevar DNI.
Peso: mayor a 50 kg.
Recomendaciones generales:
-No es necesario ayuno absoluto. Puede café, mate, te, jugo de frutas, bebidas sin alcohol, gaseosas azucaradas o edulcoradas antes de la extracción.
-También, puede ingerir algunos alimentos como pan, tostadas, mermeladas y fruta.
-Evite ingerir alimentos con grasas como crema, leche, aceite, fiambres, etc. en las cinco horas previas a la extracción.
-Si se hizo tatuajes, perforación de orejas (u otra zona corporal) y acupuntura, debe esperar un año para poder donar sangre.
Se agradece que lo divulguen!
Departamento de Hemoterapia Hospital de Clínicas “José de San Martín”
Av. Córdoba 2351, 3º piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C1120AAR)
5950-8765 (Admisión Donantes)
5950-8769 (Secretaría)
Cómo donar sangre:
Para donar sangre concurra a Hemoterapia (3º piso) de lunes a viernes 7.30 a 12.30 horas y los sábados de 8 a 12 horas.
Requisitos:
Edad: entre 18 y 65 años. Llevar DNI.
Peso: mayor a 50 kg.
Recomendaciones generales:
-No es necesario ayuno absoluto. Puede café, mate, te, jugo de frutas, bebidas sin alcohol, gaseosas azucaradas o edulcoradas antes de la extracción.
-También, puede ingerir algunos alimentos como pan, tostadas, mermeladas y fruta.
-Evite ingerir alimentos con grasas como crema, leche, aceite, fiambres, etc. en las cinco horas previas a la extracción.
-Si se hizo tatuajes, perforación de orejas (u otra zona corporal) y acupuntura, debe esperar un año para poder donar sangre.
Se agradece que lo divulguen!
Ahora, yo digo no?
Por qué en vez de usar toda esa plata y todo ese papel, los políticos en campaña no juntaron el dinero para comprar todos los barbijos y todo el alcohol en gel que hace falta en los hospitales y lugares donde la gripe porcina se está dando un atracón de personas que se contagian como moscas?
No les parece un buen plan de campaña?
Obviamente no se les puede ni pasar por la cabeza, pero bueno para la próxima vez puede ser no?
Y no es exagerado lo de los barbijos, hay pibes comunes como vos y como yo que se enferman y se mueren, lo que pasa que obviamente no es el momento para que el gobierno diga la verdad. Comienzo a pensar que nunca es el momento para ellos.
En vez de matar tantos árboles para hacer panfletos pedorros y carísimos que nadie va a leer, porque dicen una catarata de pelotudeces que no le importan a nadie, usen esa plata en algo beneficioso para alguien.
Y ahora yo camino por mi barrio y veo todo lleno de papeles que ensucian todo y digo "que hijos de puta".
Pero bueno, como siempre, no importa no?
Que viva la fiesta cívica!
Si si, estoy enojada, muy!
No les parece un buen plan de campaña?
Obviamente no se les puede ni pasar por la cabeza, pero bueno para la próxima vez puede ser no?
Y no es exagerado lo de los barbijos, hay pibes comunes como vos y como yo que se enferman y se mueren, lo que pasa que obviamente no es el momento para que el gobierno diga la verdad. Comienzo a pensar que nunca es el momento para ellos.
En vez de matar tantos árboles para hacer panfletos pedorros y carísimos que nadie va a leer, porque dicen una catarata de pelotudeces que no le importan a nadie, usen esa plata en algo beneficioso para alguien.
Y ahora yo camino por mi barrio y veo todo lleno de papeles que ensucian todo y digo "que hijos de puta".
Pero bueno, como siempre, no importa no?
Que viva la fiesta cívica!
Si si, estoy enojada, muy!
miércoles, 24 de junio de 2009
Dejame sola
Resulta que desde que me mudé a mi hogarcito vengo viendo una araña en el techo del living. Es una de esas arañas menuditas pero con unas patitas muy largas. No son de las onda tarántula que a la vista ya se nota que son jodidas, pero una tampoco se puso a charlar con ella para saber sus intenciones, así que la venía controlando. Parecía que en el living había encontrado su lugar y como estaba lejos, pegada al techo, la verdad es que pegamos buena onda. No, buena onda no, pegamos respeto, cada una en su lugar, no s hacíamos compañía. Hasta que una noche llegué y no la vi más. Me dije "qué hago, me preocupo?". Decidí que no me iba a preocupar, capás que la tipa se fue por ahí, se metió por el agujerito de la luz, al que todavía no le puse la tapa, o simplemente se fue a otro lado. Pues no, no se había ido. Anteanoche me meto a bañarme y cuando tiro la cabeza hacia atrás para enjuagarme el champú la veo a la muy zorra ahí, en esa especie de rejillita de techo para baños que no tienen ventana. Estaba tejiendo, por lo que me hizo pensar que desde el living hasta el baño me había tejido todo el techo. No era tiempo de pensar en eso ahora, era tiempo de actuar. Qué hacer? la mato, no la mato, porque en resumidas cuentas la tipa estaba laburando. Pero no la podía dejar ahí. Quería ponerme el toallón, salir del baño y decir "pá, una araña gigante, matala", pero no, estaba sola, así que lo tenía que hacer yo. Por un momento pensé en dejarla ahí pero después me dije "esta si llegó hasta acá un día de estos la tengo en la pieza o en mi almohada". Listo decidido, la mato, pero con qué. No intento que el relato se ponga porno pero imagínense que estaba en bolas y con el champú chorreando hacia el ojo porque la lluvia de la ducha caía abajo de la araña que nunca supo de mi temor. Bueno, miro las cosas del baño, nada me sirve hasta que veo el cepillito del inodoro, lo tomo y en un golpe seco le doy a la araña, no sin antes gritar "perdón" no sólo por cagarle el laburo sino también porque al matar bichos no quiero escuchar el ruido que hacen. Luego recordé que eso servía sólo para las cucarachas pero bueno. Que muerte más indigna para la araña aplastada por un cepillito para limpiar inodoros. Luego del golpe miré el cepillo pero la araña no estaba. No la encontraba. Capás que no la maté y la tengo en el pelo. Si, seguro, empecé a saltar en la ducha, un peligro, pensando que la tenía encima. Pero no, en eso se me da por mirar el piso y la araña estaba ahí. Para sumarle indignidad a su muerte el pobre bicho se quedó enredado en la rejilla, lo tuve que aplastar. Un espanto. Pero ahí fue mi primer aventura en la soledad de mi hogar.
martes, 23 de junio de 2009
Porque si me buscan me van a encontrar
Aquellos que me conocen desde hace algunos años saben que hubo un momento en mi vida bastante oscuro que en parte fue el motivador de mi concurrencia a un terapeuta, entre otros mambitos que no vienen al caso.
El hecho del que les hablo es que me empezó a preocupar mi nivel de violencia mental en los medios de locomoción. Ojo que sé que no soy la única que se saca viajando cual sardina en nuestros bien amados medios públicos, pero el hecho que me violentaba no era la falta de espacio, sino que la aparición de personajes nefastos era la raíz de mi ira incontrolable.
Como para muestra sirve un botón aquí les va la experiencia mas recordada titulada "Hamelin sin talento en el 96:pasaje al infierno"
Corría el mes de mayo, empezaba el frío, así que mi mente ya presagiaba que las ventanillas del colectivo 96 iban a permanecer herméticamente cerradas a pesar de la multitud que regresaba del trabajo o iba a estudiar a las 19 hs.
Luego de que se me fueran 2 colectivos, el tercero tuvo la bondad de parar porque estaba a segundos de tirarme en el medio de Av. Rivadavia con tal de que pudiera llegar a la universidad.
Me subo al colectivo, mucha gente, casi imposible lograr agarrarse para no caer y ser pisoteada por todos los pasajeros. Al lado mío unos adolescentes que no tenían para nada en cuenta el concepto de ducharse después del fútbol, un señor que no hizo a tiempo para desabrigarse antes de subir al colectivo por lo que sudaba pobre hombre a más no poder y, para que seguir detallando, un rejunte de humanos que no hacían más que maldecir ese medio de locomoción.
Como si el escenario no hubiera sido lo suficientemente apocalíptico, luego de un par de cuadras recorridas escucho detrás de mí un ruido espantoso y repetitivo. No podía creer lo que mis oídos estaban escuchando, pero si, si señores, un niñito de unos 10 añitos empezó a ensayar vaya a saber dios que cosa relacionada con una flauta!
Si, una flauta dulce insoportable que hacía doler hasta el cráneo, creo que hasta a la flauta le dolía el ruido que hacía el pibe ese.
Y así fue que el niño empezó su práctica flauteril, lo que no se puede negar es que el pibe era persistente, o un terrible hijo de puta, porque cada vez que arrancaba y le salía mal la melodía a los dos segundos empezaba de nuevo. No sólo eso, cuando se equivocaba, osea siempre, le gritaba a la madre "má, no me sale, otra vez".
Ahí, luego de 10 repeticiones, empecé a rogar que el colectivero frenara de golpe y que el niño se trague la flauta, que la madre lo haga bajar y dejarlo sólo con la flautita abajo del puente de Diaz Velez, que alguien agarre la flauta y la tire por la ventanilla, apretarle los dedos con la puerta plegable, algo!
Pero no sólo eso, yo sentía la necesidad de frenar todo y decir a grito pelado "para pendejo no te das cuenta que no te sale y no te va a salir, que no le podes romper las pelotas a todos los que viajan con tu musiquita boluda, sabés los problemas que tiene esta gente? sabés que medio colectivo tiene ganas de darte un bife por rompe pelotas? si no hacés la tarea en tu casa no es problema nuestro, apaga un rato la televisión y ponete a hacer las cosas del colegio, vago sin talento". Para luego insultar al resto de los pasajeros "y usted señora qué me mira con esa cara de sorprendida, o me va a decir que le encanta el ruido de mierda que esta haciendo el hijo de Chucky", "y ustedes cuatro que están super chivados, loco, déjense de joder, tienen un tufo que parece que se hubieran caído adentro de un matarife, no es gracioso, dúchense porque se van a morir vírgenes"
En fin, eso es todo lo que se me ocurrió, por lo que cuando llegué a la facultad me senté en mi lugar con cara de asustada y mis compañeros me preguntaron qué me había pasado, a lo que les respondí "tengo miedo de mi misma, quise matar con la mente a un nene, se me cortó la cadena".
Y ahora está pasando otra vez, ya les contaré.
El hecho del que les hablo es que me empezó a preocupar mi nivel de violencia mental en los medios de locomoción. Ojo que sé que no soy la única que se saca viajando cual sardina en nuestros bien amados medios públicos, pero el hecho que me violentaba no era la falta de espacio, sino que la aparición de personajes nefastos era la raíz de mi ira incontrolable.
Como para muestra sirve un botón aquí les va la experiencia mas recordada titulada "Hamelin sin talento en el 96:pasaje al infierno"
Corría el mes de mayo, empezaba el frío, así que mi mente ya presagiaba que las ventanillas del colectivo 96 iban a permanecer herméticamente cerradas a pesar de la multitud que regresaba del trabajo o iba a estudiar a las 19 hs.
Luego de que se me fueran 2 colectivos, el tercero tuvo la bondad de parar porque estaba a segundos de tirarme en el medio de Av. Rivadavia con tal de que pudiera llegar a la universidad.
Me subo al colectivo, mucha gente, casi imposible lograr agarrarse para no caer y ser pisoteada por todos los pasajeros. Al lado mío unos adolescentes que no tenían para nada en cuenta el concepto de ducharse después del fútbol, un señor que no hizo a tiempo para desabrigarse antes de subir al colectivo por lo que sudaba pobre hombre a más no poder y, para que seguir detallando, un rejunte de humanos que no hacían más que maldecir ese medio de locomoción.
Como si el escenario no hubiera sido lo suficientemente apocalíptico, luego de un par de cuadras recorridas escucho detrás de mí un ruido espantoso y repetitivo. No podía creer lo que mis oídos estaban escuchando, pero si, si señores, un niñito de unos 10 añitos empezó a ensayar vaya a saber dios que cosa relacionada con una flauta!
Si, una flauta dulce insoportable que hacía doler hasta el cráneo, creo que hasta a la flauta le dolía el ruido que hacía el pibe ese.
Y así fue que el niño empezó su práctica flauteril, lo que no se puede negar es que el pibe era persistente, o un terrible hijo de puta, porque cada vez que arrancaba y le salía mal la melodía a los dos segundos empezaba de nuevo. No sólo eso, cuando se equivocaba, osea siempre, le gritaba a la madre "má, no me sale, otra vez".
Ahí, luego de 10 repeticiones, empecé a rogar que el colectivero frenara de golpe y que el niño se trague la flauta, que la madre lo haga bajar y dejarlo sólo con la flautita abajo del puente de Diaz Velez, que alguien agarre la flauta y la tire por la ventanilla, apretarle los dedos con la puerta plegable, algo!
Pero no sólo eso, yo sentía la necesidad de frenar todo y decir a grito pelado "para pendejo no te das cuenta que no te sale y no te va a salir, que no le podes romper las pelotas a todos los que viajan con tu musiquita boluda, sabés los problemas que tiene esta gente? sabés que medio colectivo tiene ganas de darte un bife por rompe pelotas? si no hacés la tarea en tu casa no es problema nuestro, apaga un rato la televisión y ponete a hacer las cosas del colegio, vago sin talento". Para luego insultar al resto de los pasajeros "y usted señora qué me mira con esa cara de sorprendida, o me va a decir que le encanta el ruido de mierda que esta haciendo el hijo de Chucky", "y ustedes cuatro que están super chivados, loco, déjense de joder, tienen un tufo que parece que se hubieran caído adentro de un matarife, no es gracioso, dúchense porque se van a morir vírgenes"
En fin, eso es todo lo que se me ocurrió, por lo que cuando llegué a la facultad me senté en mi lugar con cara de asustada y mis compañeros me preguntaron qué me había pasado, a lo que les respondí "tengo miedo de mi misma, quise matar con la mente a un nene, se me cortó la cadena".
Y ahora está pasando otra vez, ya les contaré.
lunes, 22 de junio de 2009
The mamas & the papas
Domingo día del padre, reunión familiar clásica, con algunos menos, pero ya les he contado que en mi familia somos pocos pero siempre con mucha comida, creo que intentan equiparar el peso físico de los que faltan con alimentos.
En fin, nos sentamos a la mesa, comemos, gritamos innecesariamente "paaaaaaaaaaaaa, pasame ensaladaaaaa", por qué gritar si lo tengo al lado, pero el hecho es que gritamos, somos 6 y gritamos más que los Campanelli.
Pasó el almuerzo, llegó la modorra y todos nos entregamos a la tranquilidad de la siesta. Fue en ese momento que llegó a mí la introspección para pensar, cosa que me pasa en días como este, pero con el día del padre y de la madre me pasa algo en particular.
Siempre pienso que no sé si mis papás saben que los quiero tanto como los quiero, no sé si se los digo lo suficiente, especialmente porque la cantidad de veces que se los digo quedan opacadas por los trillones de veces que me enojo por nada, los reto como si fueran mis hijos o los dejo con la palabra en la boca al grito de "no me rompas las pelotas".
No sé si saben cuanto los quiero y eso me angustia en determinadas circunstancias y estos días festivos son esos momentos, entonces lo que hago es estar pegada a mi padre o mi madre todo el santo día, hasta que llega el momento en que el homenajeado en cuestión se harta de mi y llega la discusión, cuya primer frase suele ser "hija sos pesada".
No tengo termino medio para la expresión de cariño, creo que gran parte de ello tiene que ver con la culpa que me lleva a la compulsión afectiva para suplir todas las faltas anteriores. Y sé que lo hago seguido, pero no lo puedo evitar, es la única manera que encuentro de expresar lo más aniñadamente posible el afecto. Tildo otro tema para mi regreso a terapia.
En fin, nos sentamos a la mesa, comemos, gritamos innecesariamente "paaaaaaaaaaaaa, pasame ensaladaaaaa", por qué gritar si lo tengo al lado, pero el hecho es que gritamos, somos 6 y gritamos más que los Campanelli.
Pasó el almuerzo, llegó la modorra y todos nos entregamos a la tranquilidad de la siesta. Fue en ese momento que llegó a mí la introspección para pensar, cosa que me pasa en días como este, pero con el día del padre y de la madre me pasa algo en particular.
Siempre pienso que no sé si mis papás saben que los quiero tanto como los quiero, no sé si se los digo lo suficiente, especialmente porque la cantidad de veces que se los digo quedan opacadas por los trillones de veces que me enojo por nada, los reto como si fueran mis hijos o los dejo con la palabra en la boca al grito de "no me rompas las pelotas".
No sé si saben cuanto los quiero y eso me angustia en determinadas circunstancias y estos días festivos son esos momentos, entonces lo que hago es estar pegada a mi padre o mi madre todo el santo día, hasta que llega el momento en que el homenajeado en cuestión se harta de mi y llega la discusión, cuya primer frase suele ser "hija sos pesada".
No tengo termino medio para la expresión de cariño, creo que gran parte de ello tiene que ver con la culpa que me lleva a la compulsión afectiva para suplir todas las faltas anteriores. Y sé que lo hago seguido, pero no lo puedo evitar, es la única manera que encuentro de expresar lo más aniñadamente posible el afecto. Tildo otro tema para mi regreso a terapia.
jueves, 18 de junio de 2009
Regalo
Les dejo esta canción que escuché hace unos fines de semana en la radio, espero que les guste y los ponga de buen humor como a mí.
http://www.youtube.com/watch?v=puwNQmrePhQ
http://www.youtube.com/watch?v=puwNQmrePhQ
miércoles, 17 de junio de 2009
Ramón is back!
Por suerte Ramón, el perro perdido del post Una gauchada, está en su casa nuevamente. Que bueno!
lunes, 15 de junio de 2009
Por algo la gente duerme en los feriados
Hoy, en un acto de amor incalculable, acompañé a mi padre a Parque Saaavedra a andar en bici. Como recordarán antes de irme a Bariloche yo también solía subirme a ese artefacto y pedalear indignamente bajo el rayo del sol, pero a mi regreso consideré mis condiciones físicas y, para hacerle un bien a la comunidad y a la integridad física de los demás, paré de pedalear.
Igualmente acompaño a mi padre en algunas ocasiones, llevando mi máte y mi libro de turno para sentarme y disfrutar de los beneficios del sedentarismo en su máxima expresión.
Hoy tenía todo, el máte en su punto justo, el libro en su momento más apasionante y la lonita que si bien era pequeña, servía para sentarme como indio.
Mi padre arranca la carrera loca del pedaleo y yo me pongo a leer en el césped sin ningún inconveniente hasta que veo que por el máte va subiendo una hormiga colorada del tamaño de una cucaracha bebé que si la dejo se ceba un máte ella solita.
Como pude la aparté del máte pero se ve que la muy turra era rencorosa porque a los 5 minutos se me vino encima una patota de hormigas cuyo único objetivo era sacarme de mi estado de paz, cosa que por otro lado lograron inmediatamente porque salí rajando a meterme en el auto con la sensación de que tenía alguna de esas hormigas en los pantalones.
Por suerte no fue así, la patota hormiguera copó la parada sin lamentar víctimas de su lado, pero yo me pasé una hora adentro del auto maldiciendo a todas las hormigas del mundo y al gremio de los insectos en general.
Igualmente acompaño a mi padre en algunas ocasiones, llevando mi máte y mi libro de turno para sentarme y disfrutar de los beneficios del sedentarismo en su máxima expresión.
Hoy tenía todo, el máte en su punto justo, el libro en su momento más apasionante y la lonita que si bien era pequeña, servía para sentarme como indio.
Mi padre arranca la carrera loca del pedaleo y yo me pongo a leer en el césped sin ningún inconveniente hasta que veo que por el máte va subiendo una hormiga colorada del tamaño de una cucaracha bebé que si la dejo se ceba un máte ella solita.
Como pude la aparté del máte pero se ve que la muy turra era rencorosa porque a los 5 minutos se me vino encima una patota de hormigas cuyo único objetivo era sacarme de mi estado de paz, cosa que por otro lado lograron inmediatamente porque salí rajando a meterme en el auto con la sensación de que tenía alguna de esas hormigas en los pantalones.
Por suerte no fue así, la patota hormiguera copó la parada sin lamentar víctimas de su lado, pero yo me pasé una hora adentro del auto maldiciendo a todas las hormigas del mundo y al gremio de los insectos en general.
jueves, 11 de junio de 2009
Papelones infantiles I
Hoy estaba escuchando la radio y hablaban de los cumpleaños infantiles, lo cual me llevó a esas épocas de mi vida en que iba de festejo en festejo con mis compañeros de la pileta, del barrio y los del cole.
A estos últimos me quiero referir, más específicamente a uno. Corría el quinto grado, yo no era la más popular del curso pero me mantenía en el top 15 de los copados, por lo que era casi imposible que no me invitaran a un festejo.
Pero el hecho es que si pasó. Yo sabía que venía ese cumpleaños, me habían regalado el buzo que más amé cuya inscripción rezaba "tengo buena onda...y vos?" (les juro que decía eso), ya tenía planeado el vestuario, sólo faltaba la invitación. Invitación que obviamente no llegó a mis manos. Primer recreo, el chico cumpleañero repartió las invitaciones y a mi no me invitó. Pero lejos de mi estuvo angustiarme ya que me hice la desentendida y, cara rota como pocas, me dí por invitada!!!
Así es, mi buzo y yo nos vestimos ese sábado, compramos un flor de regalo y nos fuimos hasta la casa, sabiendo que semejante presente era imposible de rechazar. Sé que el buzo restaba muchos puntos pero la cartuchera de dos pisos que le regalé era lo más.
Llegué, nadie sabía que yo no estaba invitada, me uní a mis compañeritas, comí a lo pavote, me hinche con Coca Cola, baile ritmos movidos y un par de lentos y me retiré.
Hoy, que escucho este programa de la infancia, me acuerdo del papel penoso que hice y es hoy que le quiero decir a Nicolás que sé que me colé en su cumple pero la verdad que donde entraban 29 pibitos entraban 30, es muy feo dejar a un niño afuera.
Ya está, necesitaba contarlo. Estamos a mano Nico, igual no te merecías la cartuchera de dos pisos, fue sólo un artilugio.
A estos últimos me quiero referir, más específicamente a uno. Corría el quinto grado, yo no era la más popular del curso pero me mantenía en el top 15 de los copados, por lo que era casi imposible que no me invitaran a un festejo.
Pero el hecho es que si pasó. Yo sabía que venía ese cumpleaños, me habían regalado el buzo que más amé cuya inscripción rezaba "tengo buena onda...y vos?" (les juro que decía eso), ya tenía planeado el vestuario, sólo faltaba la invitación. Invitación que obviamente no llegó a mis manos. Primer recreo, el chico cumpleañero repartió las invitaciones y a mi no me invitó. Pero lejos de mi estuvo angustiarme ya que me hice la desentendida y, cara rota como pocas, me dí por invitada!!!
Así es, mi buzo y yo nos vestimos ese sábado, compramos un flor de regalo y nos fuimos hasta la casa, sabiendo que semejante presente era imposible de rechazar. Sé que el buzo restaba muchos puntos pero la cartuchera de dos pisos que le regalé era lo más.
Llegué, nadie sabía que yo no estaba invitada, me uní a mis compañeritas, comí a lo pavote, me hinche con Coca Cola, baile ritmos movidos y un par de lentos y me retiré.
Hoy, que escucho este programa de la infancia, me acuerdo del papel penoso que hice y es hoy que le quiero decir a Nicolás que sé que me colé en su cumple pero la verdad que donde entraban 29 pibitos entraban 30, es muy feo dejar a un niño afuera.
Ya está, necesitaba contarlo. Estamos a mano Nico, igual no te merecías la cartuchera de dos pisos, fue sólo un artilugio.
Una vela en vela
Cada vez que se corta la luz me planteo lo mismo: Cómo hacía la gente cuando no tenían energía eléctrica?
Y en seguida llegan a mi los cuestionamientos de por qué no puedo imaginar la vida sin luz artificial, si sé que puedo, es más, disfruto de cosas que no requieren de dicho suministro para existir.
Cenar sin tele, leer con poca luz, charlar con alguien sólo con una vela o tirarse en la cama a pensar en nada son opciones atractivas pero, como buena humana que soy, apenas me quedo sin luz quiero hacer todo aquello que no puedo. De golpe quiero ver algo en la tele, escuchar música a todo lo que da, subir al lavadero a buscar una remerita recién lavada, mandar ese mail que no mandé a la tarde porque dije "naa, lo mando a la noche", en fin, todas las actividades posibles que requieren electricidad vienen a mi cabeza.
Después de ese síndrome de ansiedad llega el momento de la calma, de introspección en él que me digo a mi misma "bueno Licenciada, no hay luz, convivamos con este ambiente hostil lo mejor que podamos". Ahí hago un máte, un té, algo, me siento, si hay alguien charlo, si estoy sola pienso y entiendo que tonta que soy pensando en que este tiempo sin luz es como un tiempo muerto. La última vez que se cortó la luz, y luego de la puteada correspondiente, pensé que ese era un momento para frenar, un poco por obligación, y entregarme aunque más no sea por un rato a ser otra yo, como un viaje el pasado, como un intercambio de personalidad o, simplemente, un freno de prepo para descansar de mi misma y de la velocidad.
Y en seguida llegan a mi los cuestionamientos de por qué no puedo imaginar la vida sin luz artificial, si sé que puedo, es más, disfruto de cosas que no requieren de dicho suministro para existir.
Cenar sin tele, leer con poca luz, charlar con alguien sólo con una vela o tirarse en la cama a pensar en nada son opciones atractivas pero, como buena humana que soy, apenas me quedo sin luz quiero hacer todo aquello que no puedo. De golpe quiero ver algo en la tele, escuchar música a todo lo que da, subir al lavadero a buscar una remerita recién lavada, mandar ese mail que no mandé a la tarde porque dije "naa, lo mando a la noche", en fin, todas las actividades posibles que requieren electricidad vienen a mi cabeza.
Después de ese síndrome de ansiedad llega el momento de la calma, de introspección en él que me digo a mi misma "bueno Licenciada, no hay luz, convivamos con este ambiente hostil lo mejor que podamos". Ahí hago un máte, un té, algo, me siento, si hay alguien charlo, si estoy sola pienso y entiendo que tonta que soy pensando en que este tiempo sin luz es como un tiempo muerto. La última vez que se cortó la luz, y luego de la puteada correspondiente, pensé que ese era un momento para frenar, un poco por obligación, y entregarme aunque más no sea por un rato a ser otra yo, como un viaje el pasado, como un intercambio de personalidad o, simplemente, un freno de prepo para descansar de mi misma y de la velocidad.
lunes, 8 de junio de 2009
Una gauchada
SI SON DE LA ZONA DE URQUIZA, PRESTEN ATENCIÓN.
A UNA AMIGA SE LE PERDIO RAMON EL 01-06-09 EN VILLA URQUIZA(NUÑEZ Y ACHEGA) TIENE 14 MESES ES CRUZA DE OVEJERO DE CONTEXTURA GRANDE PERO FLACO. TENIA COLLAR VERDE. ES MARRON BEIGE Y NEGRO. EN EL LOMO LLEGANDO A LA COLA SE LE ARMA UNA Z NEGRA. TIENE UNA OREJA CAIDA.
SI SABEN O LO VIERON AVISEN AQUÍ!
martes, 2 de junio de 2009
Salvemos a los arbolitos
Los invito a realizar esta sencilla, pero no por eso poco relevante tarea.
Se trata de lo siguiente, cada vez que manden un mail incluyan en el cuerpo de dicho recado la siguiente leyenda... (lo que está en verde)
Cuide el medio ambiente.
Antes de imprimir piense si es realmente necesario.
Ahorre papel.
Sólo eso tienen que hacer, así no usamos papel que no hace falta y se va armando una cadena y nos ponemos a pensar un poco.
Se agradece!
Se trata de lo siguiente, cada vez que manden un mail incluyan en el cuerpo de dicho recado la siguiente leyenda... (lo que está en verde)
Cuide el medio ambiente.
Antes de imprimir piense si es realmente necesario.
Ahorre papel.
Sólo eso tienen que hacer, así no usamos papel que no hace falta y se va armando una cadena y nos ponemos a pensar un poco.
Se agradece!
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