Estoy hasta acá!

Las fiestas como la Navidad y el año nuevo, son excelentes parámetros de cómo mi familia se toma la vida: todo a la tremenda.
Noche de fin de año, a eso de las 20:30 horas van mis padres a buscar a mi abuela, quien se iba a encargar de la comida. Para empezar me dí cuenta que habían llegado porque mi abuela gritaba que "alguien" le había puesto algo encima al arrollado, acto que era aún peor que pegarle unatrompada.
A los gritos me llamaron para que los ayude a subir el resto de las 8 fuentecitas, platitos, potiches, jarritos y demás. Hasta que en un momento veo que mi padre viene con una fuente enorme cubierta con un papel metalizado que, por la cara de mi padre, pesaba demasiado.
Cuando deja la fuente en la mesa, mi abuela descubre ese enorme paquete y veo que ahí había una pavita de "6 kilos!". Más que un plato, era como una mascota.
Si, ibamos a ser 7 personas, por lo que cada uno de nosotros tenía que comerse casi 1 kilo de pavita rellena de manzana, y a eso sumarle puré de manzana, más papas al horno, más alfajor helado, más la entrada de arrollado aplastado y jamón con melón.
Y mientras comía y comía me dí cuenta que esa es la forma de comer acorde a mi familia y su forma de ser. Si somos 3, cocinan para 6, si somos 5 cocinan para 10, si pedís que te den una mano, te dan los dos brazos, si te compran algo te lo compran de varios colores. Son así, exageraditos!